El guardián del bosque que amaneció mudo y manco
Había una vez un guardián del bosque que se encargaba de cuidar y proteger a todos los animales y plantas que vivían allí. Era un hombre muy sabio y bondadoso que amaba su trabajo. Cada día recorría el bosque saludando a los pájaros, los conejos, los zorros, los ciervos y todos los demás animales que lo conocían y lo respetaban. También se ocupaba de regar las flores, podar los árboles y limpiar el suelo de las hojas secas. El bosque era su hogar y su familia.
Una mañana de verano, sin saber cómo ni porqué, el guardián amaneció mudo y manco. A partir de ese día el guardián no pudo hacer su trabajo como antes. No podía hablar para advertir a los animales del peligro, ni podía usar su brazo para protegerlos. Poco a poco, el bosque empezó a desaparecer, las plantas se secaban y muchos animales murieron o se fueron a otro lugar. El bosque que antes era verde y lleno de vida se volvió gris y silencioso.
El guardián se sentía muy triste y culpable por no poder proteger el bosque y sus habitantes. Pero un día, mientras caminaba por el bosque, encontró una pequeña planta que estaba luchando por sobrevivir. El guardián decidió cuidarla y protegerla con todo su amor y dedicación.
Con el tiempo la planta creció y se convirtió en un árbol grande y fuerte que dio vida a muchas otras plantas y a muchos animales. El árbol llegó a ser el más alto y hermoso del bosque. Tenía unas hojas verdes y brillantes, unas flores rojas y fragantes y unos frutos dulces y jugosos. El árbol era el amigo y el refugio de muchos animales que volvieron al bosque. También era el compañero y el consuelo del guardián, que le hablaba con gestos y le acariciaba con su única mano. Y, así, el guardián se dio cuenta de que aunque no podía hacer todo lo que hacía antes, todavía podía marcar una gran diferencia en el bosque con pequeñas acciones de amor y respeto hacia aquello que amaba.
Un tarde de verano, mientras el guardián estaba junto al árbol, vio a un hombre que había hecho un pozo junto a un manantial, y tanta agua sacó ese hombre con su bomba que secó por completo el arroyo que recorría y daba vida al bosque, y también secó una bonita cascada que era el orgullo de todos los habitantes de la comarca. Ese hombre siempre tenía muchísima sed, y siempre sentía muchísimo calor, y por ese motivo necesitaba todo el agua del manantial para beber y llenar su piscina.
El bosque se empezó a convertir en un desierto, y el guardián sintió un gran miedo y una gran rabia. Sabía que tenía que hacer algo.
El guardián corrió hacia el pozo con una pala en su única mano. Gritó con todas sus fuerzas para llamar la atención del hombre, pero ni un pequeño grito salió de su garganta. Tan mudo estaba que hasta el silencio se oía mejor que su voz. El hombre lo vio y se burló de él. Pensó que era un loco que quería sabotear su pozo.
Pero el guardián no quería sabotear el pozo. Lo que hizo fue cavar con la mano que aún le quedaba un canal desde el pozo hasta el arroyo para devolverle el agua. El agua empezó a fluir por el canal con fuerza y rapidez hasta llegar al arroyo y a la cascada, y el bosque se llenó de vida. El hombre se enfadó mucho al ver lo que había hecho el guardián y quiso detenerlo, pero el agua lo arrastró con su corriente y lo alejó río abajo.
El guardián volvió al árbol con una sonrisa en su rostro. Había logrado salvar al árbol y al bosque. El árbol le dio las gracias con la caricia de una rama en su mejilla. El guardián le dijo al árbol que no tenía que darle las gracias, que él solo había hecho lo que tenía que hacer.
El guardián abrazó al árbol con su único brazo y cerró los ojos. Se sintió feliz y orgulloso de haber cumplido su misión. El árbol lo abrazó con sus ramas y lo cubrió con sus hojas. Se sintió agradecido y honrado de tener un amigo como él.
Y así, el guardián y el árbol vivieron felices y en paz en el bosque, que volvió a ser verde y lleno de vida, un lugar maravilloso donde animales y plantas convivían en armonía. Árboles altos y frondosos daban sombra y oxígeno y con sus frutos y sus flores alimentaban a los pájaros y a las abejas. Hierbas pequeñas, arbustos, enredaderas, helechos, musgos … y muchos animales que se movían por el suelo, el aire o el agua. Algunos grandes y rápidos como los ciervos, y otros pequeños como las hormigas, las mariposas, las ranas y los ratones.
El guardián volvió a escuchar los sonidos que cuentan las historias que pasan en el bosque: el canto de los pájaros, el zumbido de las abejas, el croar de las ranas, el crujir de las hojas… el sonido del viento que sopla entre las ramas, el sonido del agua que corre por el río y la cascada, y el sonido del trueno que anuncia la lluvia. Y volvió a oler aromas que le hacían sentir diferentes emociones: el perfume de las flores, el olor a tierra mojada, el olor a fruta madura, el olor a sudor de los animales…
Y volvió a sentir el calor del sol en su piel, el frío del agua en sus pies, la suavidad de la hierba en su única mano, la aspereza de la corteza de los árboles en sus dedos y la picazón de un mosquito en su único brazo. Cada sensación le hacía estar más conectado con el bosque y sus secretos.
El bosque siguió mostrando sus tesoros más escondidos a todos los que se acercaban a él con respeto y bondad, y todos los que llegaban al bosque aprendían muchas cosas sobre la naturaleza y sobre ellos mismos.
Espero que te haya gustado el cuento. Cualquier parecido con lo que está sucediendo en la Sierra de Aracena, con motivo del pozo que ha hecho Giahsa en julio de 2023 junto al manantial del arroyo Fuente del Rey, que ha secado por completo la Cascada de los Molinos es lógicamente pura coincidencia fruto del azar.
#NextGenerationEU #diputaciondehuelva #corteconcepcion #FEDER #Huelva #huelvaturismo #UnionEuropea #juntadeandalucia #Giahsa Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche Ecologistas en Acción Aracena Aracena Rural Juntadeandalucia.es Greenpeace Euromedia Comunicación Europe Europa Press Europa Press Internacional CanalSur Noticias CanalSur Huelva CanalSur Radio y Televisión Javier Ginés Vázquez Javier Gutierrez Caracuel Andalucía Ahora Noticias #CanalSur #CanalSurRadio Ministerio de Medio Ambiente
Cascada Molinos tras la puesta en marcha del pozo de Giahsa en julio de 2023
Cascada Molinos antes de la puesta en marcha del pozo de Giahsa en julio de 2023